Nvidia hizo historia este miércoles al convertirse brevemente en la primera empresa en superar la barrera psicológica de los 4 billones de dólares en capitalización bursátil en Wall Street, impulsada por el imparable auge de la inteligencia artificial (IA). Sus acciones alcanzaron un máximo de 164,42 dólares tras la apertura de la Bolsa de Nueva York, aunque finalmente cerraron en 162,88 dólares por acción, con un avance del 1.8%, apenas por debajo del umbral récord.

Este hito refleja el nivel de confianza del mercado en que la IA no solo es el futuro, sino el motor de una nueva revolución tecnológica. “El mercado tiene una certeza increíble de que la IA es el futuro. Nvidia es sin duda la empresa mejor posicionada para beneficiarse de esta ‘fiebre del oro’”, afirmó Steve Sosnick, analista de Interactive Brokers.

Con este valor de mercado, Nvidia supera el Producto Interno Bruto de países como Francia, Reino Unido o India, y consolida su posición como una de las grandes impulsoras del rally tecnológico que sostiene actualmente al Nasdaq, que también cerró la jornada en niveles récord.


IA, geopolítica y liderazgo tecnológico

A pesar de enfrentar restricciones en la exportación de chips avanzados a China por parte del gobierno estadounidense, Nvidia ha sabido reposicionarse geopolíticamente, como lo demostró con el acuerdo alcanzado para construir infraestructura de IA en Arabia Saudita, durante la reciente visita de Estado del expresidente Donald Trump. De hecho, analistas ven en estas acciones una señal de que los chips de Nvidia se han convertido en una herramienta clave de negociación comercial en la política exterior estadounidense.

Aunque Trump ha retomado su discurso arancelario, esta vez con medidas más focalizadas, los mercados han mostrado resiliencia. “Hemos visto cómo los mercados nos han respaldado en el peor escenario posible en cuanto a aranceles”, señaló Angelo Zino, de CFRA Research.


Nvidia: el músculo detrás de la IA

Detrás del ascenso vertiginoso de Nvidia está la figura de su CEO, Jensen Huang, ingeniero nacido en Taiwán, quien ha transformado a la compañía en el principal proveedor de unidades de procesamiento gráfico (GPU), esenciales para la operación de modelos de IA generativa y agentes inteligentes.

Además, la empresa ha presentado Blackwell, su nueva arquitectura de superprocesamiento, que ofrece mayor capacidad y eficiencia energética para cargas de trabajo masivas de IA, y que apunta a liderar el siguiente capítulo en la carrera tecnológica.


Competencia global y visión al 2026

Aunque Nvidia vivió un bache en los primeros meses de 2025 —cuando la china DeepSeek presentó un modelo de IA de bajo costo y alto rendimiento que sacudió al mercado—, la compañía se recuperó rápidamente. A pesar de haber perdido 600 mil millones de dólares en capitalización en una sola sesión, Nvidia reportó en el último trimestre ganancias por 19 mil millones de dólares, incluso absorbiendo un golpe de 4.500 millones por las restricciones comerciales a China.

Según una encuesta reciente de UBS, la ventaja competitiva de Nvidia sigue ampliándose frente a rivales como AMD e Intel, así como frente a los gigantes tecnológicos que integran sus chips en sus propios desarrollos de IA: Microsoft, Google, Amazon y Meta.

Con la IA generativa y los agentes inteligentes como nueva frontera, Nvidia parece no solo sobrevivir al entorno cambiante, sino liderarlo con una visión clara hacia 2026, año en que analistas prevén que podría consolidarse como la empresa más valiosa del mundo.


En una era marcada por la transformación digital acelerada, Nvidia no solo fabrica los chips que alimentan el futuro: se ha convertido en el corazón palpitante de la nueva economía de la inteligencia artificial.

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