La industria automotriz da un giro sorprendente con el anuncio de la entrada de Aramco, la compañía estatal de petróleos de Arabia Saudí, en la filial de coches térmicos e híbridos creada por Renault y Geely, conocida como Horse. Esta movida estratégica, revelada a través de un comunicado conjunto emitido este jueves por las tres empresas, marca un hito en la convergencia entre la industria del petróleo y el sector automotriz en medio de una era de transición hacia la movilidad sostenible.

La participación de Aramco en Horse se materializará mediante una inversión minoritaria, aunque no se han revelado los detalles específicos sobre el porcentaje del capital que adquirirá el gigante saudí. Sin embargo, se espera que esta alianza proporcione un impulso significativo al desarrollo de combustibles sintéticos y tecnologías de hidrógeno de próxima generación, según lo detallado en el comunicado conjunto.

Luca de Meo, CEO de Renault, señaló que la entrada de Aramco otorgará a Horse una ventaja competitiva en la búsqueda de tecnologías térmicas de muy bajas emisiones. La empresa conjunta, que contará con participaciones iguales de Renault y Geely, consolidará su presencia con 17 fábricas de motores, sistemas de transmisiones y centros de I+D distribuidos en varios países, incluyendo España, Rumanía, Suecia, China y Sudamérica, y con una fuerza laboral total de 19.000 empleados.

Los objetivos ambiciosos de Horse incluyen la fabricación anual de cinco millones de transmisiones y motores térmicos, híbridos e híbridos recargables, con una proyección de generar 15.000 millones de euros en facturación desde el primer momento. A pesar de la incertidumbre sobre algunos aspectos de la nueva empresa, como la ubicación de su sede, España está destinada a desempeñar un papel fundamental en este proyecto.

La noticia de la entrada de Aramco en Horse llega después de meses de especulaciones sobre posibles interesados en el proyecto de coches de combustión e híbridos, con Aramco como uno de los nombres que más sonaba en los círculos industriales. Aunque Nissan y Mitsubishi, socios de Renault en la alianza automotriz, han descartado participaciones en Horse, se espera que sean clientes de la empresa conjunta para comercializar vehículos con estas tecnologías.

Horse representa la separación formal de Renault de su enfoque tradicional en vehículos eléctricos, agrupados en la nueva filial Ampere, que tiene planes de cotizar en bolsa. Esta decisión estratégica refleja la adaptación de Renault al panorama cambiante de la industria automotriz, que se dirige hacia la electrificación y la sostenibilidad en respuesta a las regulaciones ambientales cada vez más estrictas.

A pesar de la transición hacia los vehículos eléctricos en la Unión Europea, Horse se posiciona para capitalizar el crecimiento continuo de las ventas de coches de combustión e híbridos a nivel mundial hasta al menos 2030. Con activos clave en múltiples países y una sólida infraestructura de I+D, Horse se perfila como un actor relevante en la próxima fase de la evolución del transporte automotriz.

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